El paso indicado supone la capacidad de asumir una ingenuidad de nuevo estilo, no la ingenuidad de una superada y escasamente añorada época pre-moderna, que toma la objetividad del mundo como algo ya dado al sujeto, sancionado y recibido, sino una ingenuidad aprendida, elegida crítica e irónicamente, que ya ha conocido las profundidades infinitas del yo y, sin renunciar a los derechos de la subjetividad, ahora decide por voluntad propia y con plena lucidez subordinarlos a una magna tarea colectiva y participar en la construcción, con los materiales finitos y aun vulgares que encontramos en torno, de los cimientos, las murallas y las torres de esta nueva objetividad ética que llamamos democracia.
de Ejemplaridad pública, Javier Gomá, Taurus